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domingo, 20 de enero de 2013

[4] 1989. El CEHYSO en Jujuy, 1992 Resolución Parlamentaria, + prensa de derecha, DOCUMENTOS


1989
ACTIVIDADES 

Talleres de Identidad Cultural y Educación Popular organizados por el CEHYSO-HUAICO en la Dirección de Cultura de la Municipalidad de S.S. de Jujuy, rea­lizando una importante propaganda.


PROYECTO DE RESOLUCION SANCIONADO COMO DECLARACION PARLAMENTARIA
1992 Año Internacional de la Soberanía de América Latina y el Caribe[1] (1988/89)

4.16. Solicitar al Poder Ejecutivo disponga se instruya al representante diplomático ante la Organización de Naciones Unidas, con el fin de gestionar juntamente con otras representaciones se declare el año 1992 Año Internacional de la Soberanía de América Latina y el Caribe.
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo -por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto- imparta a su representante diplomático ante la Organización de las Naciones Unidas las instrucciones del caso a fin de iniciar las gestiones conducentes a presentar -acompañado de otras representaciones-  un proyecto de resolución para que se declare al año 1992 Año Internacional de la Soberanía de América Latina y el Caribe.
Asimismo vería con agrado que se impartan también instrucciones a sus representaciones para que se impulse idéntica acción ante los integrantes de la Organización de los Estados Americano y los miembros del Movimiento de Países no Alineados.
Dada en la Sala de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, en Buenos Aires, a los trece días del mes de septiembre de mil novecientos ochenta y nueve.



[1]. El proyecto se presentó como Trámite Parlamentario N° 109 el 30.9.1988; fue suscripto por  12 diputados nacionales (DC, PI, PJ, PSA, PSP, UCR), desde el bloque del PI , y aprobado como Declaración (Expte. 2.955-D-88; Orden del Día N° 787/88; Sanción 13.9.1989). Los firmantes fueron: Raúl O. Rabanaque - Miguel P. Monserrat - Simón A. Lázara - Federico R. Puerta - Alberto Aramouní - Luis A. Manrique - Matilde F. de Quarracino - Lucía T. N. Alberti - Federico T. M. Storani - Guillermo E. Estévez Boero - Olga E. Riutort - Carlos F. Ruckauf.
"Reflexiones en torno al V Centenario", disertación del Dr. Guillermo B. Ma­drazo en el Aula Magna de la FHYCS-UNJu, organizado por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de S.S. de Jujuy y el CEHYSO, el 17 de noviembre.
"Ante un nuevo 12 de octubre, ¿tenemos los pueblos americanos algo que fes­tejar?"[1] encuentro cultural organizado por el CEHYSO-HUAICO en la Sala Martín Raúl Galán del Teatro Mitre, de S.S. de Jujuy, el 12 de octubre.
[1]. Intervinieron la docente y coplera Selva VilteViviana Conti, Lic. en Historia; Rumi Ñawi, del Instituto Qheshwa Jujuymanta y compañero de HUAICO, coordinados por Yolanda A. Ontiveros y Gabriel Morales. Acompañamos como era habitual con volantes y parte de prensa, aparecido en EL DIARIO del 11 de octubre y PREGON del mismo 12

Un año de mucha actividad necesitaba mayor difusión, reflejada en Huaico:
LOS COLONIALISTAS NACIONALES SE SIGUEN EXPRESANDO EN SUS TRIBUNAS

En la "interna" del indigenismo cada grupo busca prevalecer con vistas a 1992[1]

A medida que se aproxima el quinto centenario del Descubrimiento de América se vuelve más ostensible el debate latinoamericano acerca de la cuestión indígena. No sólo existe desde hace tiempo una confrontación entre "hispanistas" e "indigenistas"; también la dis­cusión ha tomado ahora como eje la disyuntiva "separatismo" o "integración", más acorde con la actual realidad del continente y con los esquemas de las distintas corrientes culturales, algunas de las cuales intentan una síntesis al conflicto. Otro de los dominios de la dis­puta es de signo religioso: Ahí se enfrentan por un lado la Iglesia católica; por otro, las iglesias y sectas protestan­tes; y, por último, las diversas corrientes del marxismo.

· Opinión del CELAM

La "cuestión indígena", según el punto de vista católico -especial­mente el del CE­LAM- es un ingrediente de la "cuestión nacional" de América latina. "Separar la una de  la  otra supone atacar las bases mismas de la unidad latinoamericana", dice la Iglesia. Diversos especialistas eclesiásticos critican las corrientes indigenistas que fomentan ideas "separatistas" entre las denomi­nadas "naciones" aborígenes. Re­cuerdan que esta tenden­cia se apoya en la acu­sación de algunos intelectuales euro­peos del siglo pasado a España y a la
Iglesia
 de haber cometido un "genocidio" en tiempos de la conquista y de haber "esclavizado" durante los últimos cinco siglos a los grupos étnicos precolom­binos.

Los estudiosos del CELAM sostienen que "los separatistas del in­digenismo luchan con­tra imperialismos de anteayer para servir a los imperia­lismos de hoy" y esgri­men el con­cepto del peruano Víctor Andrés Belaúnde"Disminuir la hispanidad es disminuir la peruanidad", regla que consideran extensible a toda Latinoamérica.

El CELAM insiste en que "América latina es un mundo basica­mente mestizo" y que las proporciones de ese mestizaje "varían según los pai­ses, por lo cual la cuestión indígena sólo tiene importancia en algunas zonas de la región (Bolivia, Perú, Ecua­dor, Guatemala y México, áreas que ya eran en este sentido las más importantes en los tiempos inmedia­tamente anteriores a la llegada de los españoles)". Pero -acota el organismo eclesiástico- "también en esas zonas los étnicamente indígenas son mesti­zos culturales, la mayoría profesa la fe católica y los que no, adscriben a otras for­mas de cris­tianismo, pues las so­brevivencias puramente 'paganas' son escasas".

Con todo, la Iglesia observa que los "aspectos más dramáticos" de la cuestión indí­gena en Latinoamérica son "la pobreza y discriminación a que están sometidas las áreas indíge­nas más atrasadas" y "el intento en curso de volver a dividir el alma mestiza del conti­nente en dos partes en guerra, y en esa guerra dejarnos sin raíces, ni indígenas ni hispá­nicas ni mestizas: Nada. O sea, reducirnos a mera materia para que otros pongan su forma".

De acuerdo con las estadísticas que se manejan en el CELAM y otros organismos ecle­siásticos, correspondientes al año 1981, la población es­pecificamente indígena de Amé­rica latina es de algo más de 28 millones de habitantes, de los cuales unos 150.000 viven en la Argentina.

· La posición socialdemócrata

La socialdemocracia, si bien comparte las duras críticas a la Iglesia y a España, pre­coniza, al menos oficialmente, una postura también "integracionista". El ex presi­dente venezo­lano Jaime Lusinchi dijo el año pa­sado en una conferencia en Caracas destinada a prepa­rar la conmemoración del quinto centenario del Descubrimiento, que Latinoamérica re­presenta el "encuentro de dos mundos".

En esa misma reunión, el delegado español de Felipe González sostuvo que "la España abierta y tolerante de hoy pide per­dón por lo que algunos de sus antepasados hicieron", e instó a que la "comunidad iberoamericana, en una acción unitaria y coherente, pase a jugar un papel más activo y firme en la esfera internacional".

· La "interna" indigenista

En cuanto al "indigenismo" en sí, parece haberse desatado ahí una "interna" en la cual la voz cantante la llevan los grupos de Perú y de Bolivia nucleados en la Alianza Inter Na­ciones Inka (AINI).

La AINI propuso hace poco, en respuesta a los festejos oficiales por el quinto cente­nario del Descubrimiento, y los de la Iglesia los 500 años de Evangelización, con­memorar el "quinto centenario de resistencia indígena al colonialismo".

"Hagamos nuestro propio fuego y desde allí, por muy pequeño que éste sea, nos di­ferenciaremos de nuestros enemigos", manifiesta la proclama de AINI, fechada en Lima en abril pasado. En ese mismo documento se pro­pone "constituir una autén­tica repre­sentación de los pueblos indios de Amé­rica en la Organización de las Na­ciones Unidas (ONU)". Los adversarios de la AINI señalan que tal idea apunta a "una legitimación se­mejante a la que en su momento logró la OLP palestina de Arafat" y que "se trata de una actitud se­paratista que pretende añadir un nuevo y artificial conflicto a los muchos pro­blemas que ya padecemos los latinoamericanos".

La AINI quiere también "desenmascarar una posible farsa o 'encuentro' espurio entre la comisión española y los indios traidores del CISA (Ontiveros y compañía) que ya se han apresurado a (...) negociar, preten­diendo arrogarse la representativi­dad de nuestros pueblos y organizaciones".

La AINI pide además a sus simpatizantes que se conviertan en "agitadores cons­cientes de la resistencia al colonialismo".

· Indigenismo en la Argentina

Grupos indigenistas argentinos de parecida orientación interesaron a varios diputa­dos na­cionales y lograron que presentaran en el Congreso un proyecto según el cual "la Canci­llería argentina, acompañada de otras repre­sentaciones, proponga en las Naciones Uni­das que se declare al año 1992 como el 'Año de la Soberanía Interna­cional de América latina y el Caribe'". Ese proyecto aparece firmado, entre otros, por los diputados Fede­rico Storani (UCR), Carlos Ruckauf y Olga Flores (PJ), Simón Lázara y Matilde de Quarracini (PSUC), Miguel Monserrat (PI) y Al­berto Aramouni (DC). En el proyecto se declara que "el hilo conductor de la de­pendencia" se formó en tres etapas: "Bajo la dominación ibérica, bajo la domina­ción británica y bajo la hegemonía del imperialismo norteamericano".

El medio de expresión del indigenismo "separatista" en la Argen­tina es la revista "Huaico, lazo americano", editada en Jujuy, y de cuya re­dacción forman parte so­ciólogos, antropólogos y docentes de dudosa estirpe india, de acuerdo  con  sus  apelli­dos: Benedetto, Porcel, Ratti, Braunstein, Gaggero, Davies, Scheines, Pralong,  Stell,  Ma­ronesi, Dalter y Demozyo.[2]

El obispo de Formosa y presidente de la pastoral aborigen, monse­ñor Sandrelli, de­claró a fines de abril que "muchos son los grupos que traba­jan con los indígenas actualmente. Están los autónomos, los politizados y los claramente de izquierda. Te­nemos -agregó- una buena amistad con ellos, pero cuando trabajan no lo hacen con una visión pastoral sino por una reivindica­ción. (...) La celebración de los 500 años de Evangelización de América -con­cluyó- no deben utilizarse en reivindicaciones y en impulsar confrontacio­nes opuestas a la comprensión mutua -que tan bien expresa la frase 'encuentro de dos culturas'- y la reemplazan por el enfrentamiento".



[1]. Nota de El Informador Público, Buenos Aires, 14 de julio de 1989, pag.17, firmada por Ra­món Vázquez. Que se haya firmado le da una característica de análisis crítico a la nota, es decir, más respetando  más la democracia. Su publicación, tiene el sentido de mostrar -sin comentarios posteriores, están demás para los que conocen HUAICO o hayan leído unas cuantas hojas de este libro- cómo la derecha va poniendo rótulos (indigenismo), in­venta posiciones  (separatismo) y mezcla permanentemente con peligrosas intenciones (OLP, marxismo, etc). Logran obviamente que la inteligencia (de uniforme o de Estado) "ubique e informen" de grupos y personas a situa­ciones fantasmas y espectros; es cuando comienza la peligrosidad de la derecha facista. La confu­sión la dan muy a pesar de ellos: la otra inteligen­cia (seudo-intelectual, cuasi-académica y sico-te­órica) ven los mismos fantasmas (aunque lo expresen de otra manera) en líneas editoriales, posi­ciones sociales, accionar individual o co­lectivo. Lo primero es peligroso, lo segundo lamentable, pero en definitiva, en lo experimen­tado concretamente (más allá de tantas anécdotas que se po­drían contar de los servicios, la side, etc.) son los golpes que más dolieron e hicieron sentir a HUAICO. (De HUAICO Identidad y Reflexión, pp. 309/311)
[2]. Sin comentarios, solamente para rectificar al lector dos de los "apellidos indios" publicados inco­rrectamente: Maronesi por Marchesi y Demozyo por Demczyk.
De HUAICO. Identidad y Reflexión, pp 308/311.

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